Uno de los aspectos que caracteriza a una buena tienda online, es el aprovechamiento de los recursos para captar la atención de los clientes y transmitirles sus valores. Ahora bien, generalmente, esto lo logran a través de las campañas de marketing digital pero es un grave error desaprovechar elementos que pueden ayudarles en el plano físico, como lo es el packaging.
Y es que no podemos negar el imponente efecto que las estrategias de marketing digital tienen sobre las decisiones de los clientes, pero tampoco podemos obviar el hecho de que estos siempre querrán disfrutar de una parte tangible de la marca y cuando carecemos de una tienda física, el mejor recurso que tenemos para cubrir esta exigencia es un buen packaging.
En este sentido, seleccionar un embalaje de calidad puede ser lo que marque la diferencia entre la competencia y nosotros. Visto así, es un elemento que también debe ser parte de nuestra estrategia publicitaria.
¿Qué debe tener un buen packaging?
Ahora que conocemos la importancia que tiene el embalaje para crear una buena imagen entre nuestros clientes, debemos saber cuáles son las características mínimas que el mismo debe cumplir para aportarnos los beneficios esperados.
En primer lugar, ha de ser sencillo, lo que no quiere decir débil, pero sí ser el resultado de la combinación de seguridad en cuanto al sellado, con la disposición de una modalidad que facilite al cliente la tarea de desembalar y disfrutar el producto sin problemas.
De igual forma, es aconsejable poner atención a cada detalle de este proceso, creando diseños adecuados y oportunos tanto para el envase como para las etiquetas, lo que podremos garantizar si realizamos previamente un estudio de mercado.
Por último, aprovechemos el embalaje para promover nuestra marca, personalizando las cajas que utilicemos para ello y garantizando los mayores niveles de seguridad para demostrarle al cliente que sus intereses son también los nuestros.
