La cerrajería es una de las formas má antiguas de la ingeniería de seguridad, ya que una cerradura es un mecanismo que tiene por objetivo el asegurar contra el robo todo tipo de edificios o habitaciones. Normalmente, el cerrajero está especializado en todo tipo de cerraduras y cierres conocidos y, además, también es capaz de instalarlos y repararlos con muy poco esfuerzo. Sus herramientas principales son las ganzúas aunque también se valen de otros utensilios que mantienen bajo secreto profesional. Y efectivamente he llegado a la conclusión de que hacen uso del secreto profesional porque en dos ocasiones, en que el hecho de quedarme encerrada fuera de mi casa o el dejar las llaves puestas por dentro, me lo han demostrado. Y es que los grandes profesionales también tienen grandes secretos.
Si eres despistado por naturaleza, necesitas cerrajeros 24 horas a mano
Y a propósito de las anécdotas os estaréis preguntando cómo, cuándo y en qué circunstancias me quedé fuera en cada ocasión. La primera vez estaba cocinando un guiso en mi piso de soltera. La cocina era toda eléctrica y en un cruce saltaron los plomos. Salí al rellano en busca del panel de luces dejando la puerta entreabierta y, con tanta mala suerte que, una brisa de aire la cerró de golpe. Las llaves, por supuesto, estaban dentro. Compuesta y con cara de tonta tuve que pedirle a mi vecina que me dejara llamar a un cerrajero. ¿Y se encuentran cerrajeros a las 9 de la noche en Madrid? A las 9 de la noche y a cualquier hora del día: existen cerrajeros 24 horas en Madrid. Carla, mi vecina, entró rápidamente a la página web de José Elías (un cerrajero 24 horas de Madrid), llamé y en media hora había llegado al bloque. Con un sencillo abrir y cerrar de ojos abrió la puerta de mi casa, la verdad es que no sé ni cómo lo hizo. La maniobra no me costó muy cara y es por eso que me decidí también a llamarles la segunda vez.
Reducir la espera al máximo es algo que agradece la persona que se ha quedado en la calle
En mi segunda vez salí sobre las 10 de la noche de mi casa para acudir a una cena con amigos en el centro de Madrid. Una de esas veces que sales corriendo y sin pensar en lo que haces. Lo que hice yo fue dejar puestas las llaves por dentro y cerrar de golpe. El problema es que no me di cuenta de lo que había sucedido hasta las cinco de la mañana de la madrugada siguiente; en el momento en que entras en el bloque y te diriges a tu piso con un solo objetivo: dormir. Y oh sorpresa, ¡las llaves no estaban en mi bolso! De pronto lo recordé: había salido sin ellas y encima las había dejado puestas. Ya sabía lo que me tocaba: llamar de nuevo a unos cerrajeros 24 horas. Como el servicio de la primera vez fué tan bueno, no dude y avisé los de José Elias que, en muy poco tiempo y de nuevo, abrieron con suma facilidad el cerrojo de mi casa.
En conclusión a todo ello sólo deciros que tratéis de no despistaros con el tema de las llaves y las cerraduras. Y si lo hacéis porque sinceramente ya no tenéis remedio, no lo dudéis: llamad a los mejores cerrajeros 24 horas de Madrid.
