Centros de transformacion y algunos de sus tipos

Las subestaciones eléctricas de las que hablamos hoy son el último eslabón de transformación de la energía eléctrica hasta que llega al consumidor final gracias al paso entre el alto y el bajo voltaje. Por eso los centros de transformación se clasifican en varios tipos, según diferentes parámetros que dependen a su vez de otros tantos debido a la complejidad de los mismos.
– En orden a su alimentación, se diferencian en punta o en paso, también conocidos como en anillo o bucle.
– Atendiendo a su propiedad, pueden ser de empresa suministradora o de abonado.
– Según su emplazamiento, los hay de intemperie o aéreos, de interior, de superficie y subterráneos. En todos ellos se incluye la aparamenta necesaria para sus transformadores.
La construcción de estos centros de transformación puede ser de ladrillo, metálico o prefabricado de hormigón.
– En base a su acometida, pueden ser aéreos o subterráneos según les lleguen las líneas aéreas o subterráneas.
– Si son de obra civil, pueden ser compactos o semienterrados.
El centro de transformación de superficie suele ser prefabricado, el cual permite su equipamiento desde fábrica, lo cual permite ubicarlo adecuadamente y hacer la conexión de las acometidas eléctricas para conseguir energía en baja tensión. Con ello, se garantiza una calidad uniforme y se reducen de manera considerable los trabajos de obra civil, así como el montaje en el punto de instalación.
En los locales donde van instalados no puede ubicarse ninguna otra instalación ajena a su función. Y las condiciones de estanqueidad al agua de toda su instalación serán como las de una vivienda, disponiéndose un acceso libre y rápido al personal autorizado desde el exterior para entrar y para la carga y descarga de materiales. Las medidas de seguridad nunca son suficientes si hablamos de riesgos derivados de la electricidad, por ello también se establecen inspecciones periódicas para asegurar el estado de las instalaciones y de sus usuarios.
Y es que además los centros de transformación deben estar defendidos contra la entrada de agua del exterior, siendo construcciones totalmente seguras y aislantes de la climatología, un nivel de iluminación mínimo y con interruptores y bases de enchufe. Y por supuesto los materiales de revestimiento serán siempre resistentes al fuego y en función del uso del edificio donde se ubiquen. Solo siguiendo las normas del reglamento actual sobre instalaciones eléctricas de baja tensión se puede ofrecer un servicio de calidad y seguro.