¿Quién dice que tienes que tener prisa para renovar tu casa? Para el dueño de esta casa en el vecindario Noe Valley de San Francisco, remodelar la casa no fue gran cosa. Esto se debe a que ambos están ocupados con sus trabajos de tiempo completo y se dividen en diferentes etapas de reforma. Pasaron seis años antes de que la casa estuviera completamente terminada. Pero no importaba cuánto tiempo pasara, aún podían encontrar la casa de sus sueños.
La casa de 100 años fue construida en 1914 y renovada en la década de 1970. Pero la remodelación no aprovechó las vistas desde lo alto del cerro donde se construyó la casa. Aquí hay una cosa que Mark Topetcher y Rick Bacon querían cambiar. Quieren tener una buena vista de la naturaleza y poner más luz dentro de la casa. La topografía del lugar y la imitación de la ciudad inspiraron el nuevo look de la casa. A la casa se le añadió un tercer piso con una escalera central. Para ahorrar dinero, le dieron artículos que fueron reutilizados y restaurados, creando una mezcla ecléctica de decoraciones, muebles y más.
Uno de los principales objetivos de la casa es darle más luz y así quedó la casa.
Previamente, el exterior de la casa estaba cubierto con pintura verde brillante y contraventanas de falso blanco. Después de la renovación, el exterior se cubrió con una lámina blanca de tablero de cemento. Los paneles de vidrio utilizados aquí permiten que el edificio respire y pierda agua de la lluvia.
Lo que se destaca en la entrada es un banco antiguo y una pintura de 17 pies de largo de algún tipo.
Esta zona estaba oscura pero con la restauración se añadió más luz. Puedes ver una sensación divertida aquí con los colores de las sillas y las obras de arte.
La bandera negra con lunares es el resto de un restaurante. Los colores conectan el espacio con otras áreas de la casa.
Uno de los lugares favoritos de los propietarios es la sala multimedia con un sofá de 14 pies de largo.
La cocina estuvo una vez atestada de gabinetes feos. La nueva cocina tenía gabinetes hermosos y bien cuidados donde también había un refrigerador integrado sin costuras.
También me gustan los colores del comedor que estaban en la colección de cerámica de la pareja.
El dormitorio de invitados se siente como un hotel como resultado de la experiencia de hospitalidad de Bacon.
En el tercer piso, encontrará la suite principal con vistas de casi 360 grados de las colinas, el puerto y la ciudad.
Lo creas o no, incluso los materiales exteriores son reciclados. Usó un poco de mármol de Carrara del altar de una iglesia desmantelada.
Lo que más me gusta de esta casa es cómo replantaron y reciclaron tanto material para crearla. ¡Eso sí que es definitivamente una casa verde! El diseño también fue realizado por el mismo Mark Topetcher, un arquitecto de San Francisco. Es fruto de su colaboración con su socio, Rick Bacon, director de catering del Hotel Kabuki. Esta casa tiene un área de 2,450 pies cuadrados (228 metros cuadrados) con 3 habitaciones y 3½ baños. Déjame saber lo que piensas sobre esta renovación de la casa como podemos ver en las fotos anteriores y posteriores.
